jueves, 12 de junio de 2008

Agenda política de las mujeres comunistas

Para forjar la fuerza popular, Bogotá, noviembre de 2001

PRESENTACION


El Area Nacional Mujer del Partido Comunista Colombiano en virtud de las facultades que le confieren los estatutos, convoco a la militancia femenina al activo nacional que se llevó a cabo los días 6 y 7 del mes de septiembre del año en curso, en el marco de la preparación del XVIII Congreso en el que analizamos, reflexionamos, discutimos y proyectamos nuestra agenda política para forjar la fuerza popular de una Patria Nueva.


A esta convocatoria concurrieron mujeres de los diferentes rincones del país quienes con gran entusiasmo y un alto nivel de compromiso político y revolucionario asumieron la discusión de los siguientes ejes temáticos:



1º. Identidad comunista y perspectiva de género.



2º. Neoliberalismo y feminización de la pobreza.



3º. Perspectiva organizacional de as mujeres comunistas, signo de vitalidad y cambio.



Además de hacer el balance de nuestras debilidades, fortalezas, oportunidades y de las condiciones políticas, económicas, sociales y culturales y realizar el diagnóstico de : Como estamos, como nos sentimos, cuántas somas, cuántas ocupamos cargos de dirección y decisión, qué porcentaje de mujeres hay en la militancia de su regional, local, o zonal, si existe área mujer, si se conoce y se ha aplicado las memorias del XVII Congreso?



La perspectiva de influir en las realizaciones de masas y la proyección política para ampliar los niveles de participación y liderazgo.



Qué influencia o liderazgo tiene las comunistas en esas organizaciones y cuántas hacen parte de ellas?, qué organizaciones de mujeres hacen parte de su radio de acción?



La proyección del trabajo de las mujeres en las ciudades y diferentes sectores de la sociedad.
A pesar de las difíciles condiciones generadas por la guerra y la pobreza, las voces de las mujeres desplazadas, de las maestras, de las trabajadoras formales e informales, las campesinas, las intelectuales, las amas de casa y de las jóvenes se hicieron sentir con vehemencia, alegría y ternura defendiendo el derecho a la vida, al trabajo digno, a la salud y en especial a la salud reproductiva, a la educación, ala democracia, a la seguridad social, por una reforma agraria, a la ciudadanía plena y en fin el derecho a la paz, a la justicia social para todo el pueblo colombiano.



Las mujeres desplazadas de diferentes rincones del país, a pesar de la tragedia que significa el despojo de su tierra, de su cultura, de sus seres queridos, de su hábita, imprimieron un sello de esperanza y dinamizador afirmando su compromiso combativo de militantes luchadoras convencidas de la justeza de la lucha para transformar el modelo económico neoliberal y enfrentar la guerra y la voracidad del régimen oligárquico.



Las mujeres históricamente hemos jugado un papel fundamental en los procesos revolucionarios, en la economía y desarrollo de la sociedad. Pero también es cierto que la situación histórica de inequidad, opresión, discriminación y desigualdad constituyen un problema de tipo estructural, cultural y patriarcal que ha mantenido a las mujeres in-visibilizadas, reduciéndolas al espacio privado y reproductivo.



Es importante que las mujeres comunistas en particular y el Partido en general, asuman una actitud positiva que permita avanzar en la construcción de políticas y banderas especificas para las mujeres dentro de la diversidad del universo femenino.



En el marco de este ambiente de reflexión, de nuevos compromisos, de retos y de sororidad, se trazaron una serie de estrategias que van desde lo ideológico y cultural, a lo político y a una agenda de trabajo con la cual se aspira a convocar no sólo a los hombres y mujeres comunistas sino también a amplios sectores de la población que se identifiquen con el propósito de forjar la fuerza popular para una PATRIA NUEVA.



Elementos de reflexión de las mujeres comunistas en el marco del XVIII Congreso



Identidad. Las camaradas somos mujeres que formamos parte del grupo de personas que nos identificamos entre sí, por el carácter de explotadas que ocupamos en las relaciones de producción y distribución de la riqueza social, generada por la división social del trabajo impuesta por el sistema capitalista; mujeres con relaciones de dependencia del capitalismo monopólico de acuerdo con el desarrollo económico, social y político colombiano y sometidas a relaciones de subordinación y marginación como consecuencia de la cultura patriarcal y a las instituciones y órganos de cohesión, poder y control generados por la clase dominante en el devenir histórico de la humanidad.



Es preciso esclarecer profusamente el nexo indisoluble entre la situación de la mujer como persona y miembro de la sociedad y la propiedad privada sobre los medios de producción. Está demostrado que el desarrollo de la especie humana en torno a la propiedad privada, hace que las diferencias naturales entre mujeres y hombres (el sexo), se transformen en expresiones culturales que determinan que las relaciones entre los sexos se transformen en el empleo de la sexualidad en funciones de subordinación, pasividad, enajenación de las mujeres y las ubica en la categoría de la feminidad; en tanto que superioridad, autoridad, actividad y derecho a manejar la sexualidad de la mujer, las coloca dentro de la masculinidad. Cultura que se reproduce por un proceso de educación y socialización lento pero sistemático, que explica como las mujeres y los hombres interiorizamos los mensajes hasta llegar a formar nuestra personalidad y que nos caracteriza como tal, ante la sociedad, construyendo así una falta identidad, con la que al hombre o a la mujer se le distingue, como ejemplo tenemos la tesis que actualmente se maneja de que las mujeres por naturaleza somos pacificas, desconociendo u ocultando el carácter de clase de la violencia que se da en todos los espacios de la vida colombiana.



En conclusión, con el fin de darle legitimidad a la propiedad privada, la clase dominante determina que el hombre, es pues, no solo el dueño y señor de riquezas y de personas (mujeres, hijos, esclavos), sino que, además, lo designa como sujeto activo del derecho patriarcal, que justifica la propiedad privada no solo de la producción, sino de la reproducción. Desde esta perspectiva, la función sexual humana, pasó a formar parte central de la sexualidad humana, por ser función consciente, condicionada por la cultura y derivada de la función procreativa.



Las mujeres comunistas como el resto del pueblo generamos plusvalía, directamente al producir bienes y servicios (muebles, máquinas, telas, etc.), indirectamente al realizar las actividades en el hogar de reproducción, resocialización y reposición de la fuerza de trabajo (crianza de las hijas e hijos, lavado y planchado de la ropa, preparación de alimentos para la o el trabajador, etc.), en los servicios de educación, de salud, en la actividad comercial formal o informal (al contribuir en la realización de la plusvalía en el mercado para convertirla en ganancia del capitalista), en el subempleo, en el transporte o como trabajadoras sin salario (desempleada).



Las camaradas también estamos afectadas por la feminización de la pobreza generada por el Capitalismo Monopolista Transnacional, con la aplicación del modelo “Neoliberal”, expresado en su política de ajuste estructural y que logro imponerse hegemónicamente por la pérdida de capacidad de lucha del proletariado mundial al fracasar el Socialismo en la Unión Soviética y demás países del este de Europa. Hoy los aspectos del capitalismo que más lesionan a las mujeres son: La destrucción del ecosistema mundial, la deslaboralización de las relaciones de producción, y las “maquilas” que conducen a la disminución del nivel de consumo del trabajador(a) –la retracción brutal del consumo alcanza a 2.000.000.000 de la población mundial, la mayoría mujeres y niños(as)-, le permite al patrono la posibilidad de escoger obreros(as) de sitios lejanos, donde el nivel de vida de la población es especialmente bajo –sin mejorar para nada sus condiciones de miseria- y hace descender a lo mínimo posible el salario, no permite la interrelación social, reafirmando el carácter individual y patriarcal en la sociedad. Este modelo hace que la obrera o trabajadora lleve el trabajo a la casa, al estrecho círculo de las relaciones domésticas y familiares, regresándolas a lo privado y por ende a lo apolítico.


Las comunistas demás, nos encontramos inmersas en el rol distribuidor del espacio urbano y rural que la clase social que gobierna define para los moradores del campo y la ciudad, orientándolos hacia determinados lugares y áreas en función de la calidad de los recursos económicos y jurídicos y que se plasma sobre el suelo por medio de las diferentes expresiones del amoblamiento espacial. En Colombia, la clase dominante siempre ha desplazado violentamente a los y las campesinas de las zonas del país que tienen mejores condiciones para la explotación de la tierra o de los recursos naturales y en las ciudades es una constante histórica el proceso de diferenciación social del espacio urbano del centro a la periferia, constituyendo el mecanismo de segregación y sectorización que provoca corrientes continuas de moradores mudándose de un sitio a otro o asentamientos subnormales que dificultan o hacen más gravosa la vida de las mujeres y desde luego de nosotras las militantes comunistas.



En estas condiciones las mujeres comunistas, debemos actuar y pensar como “obreras colectivas” – mujeres ligadas al proceso de producción social-, que derivamos los ingresos de la venta de nuestra fuerza de trabajo en el conjunto de las relaciones que establece el modo de producción capitalista, en las complejas formas generadas por la división social del trabajo y a las condiciones y formas de control y apropiación de las nuevas fuerzas productivas y del producto social, que no son exclusivamente las formas de propiedad de los medios de producción, sino que constituyen el aspecto jurídico, la división social y sexual del trabajo y la forma de distribución de la riqueza social, que están íntimamente ligadas a los factores científico-técnico y materiales e integradas en la hegemonización del Capitalismo Monopolista Transnacional.



En el pensamiento filosófico, nos identificamos con lo expresado por Pablo Guadarrma en su tesis: “.. la interpretación de los fenómenos, la formación de la conciencia revolucionaria, por el conocimiento científico de las condiciones de vida del ser humano y de los pueblos. Así para la filosofía marxista, el progreso científico-técnico relacionado con el desarrollo del individuo y la sociedad, objetiva con mayor fuerza, en la actual polaridad del mundo, con el agravamiento de las contradicciones sociales, lo retoma del pensamiento nuevo, que induce, en la dialéctica de su desarrollo, la acción para el ascenso del conocimiento, del progreso social, del humanismo y la paz…” (1). En humanistas como José Martí que manifiesta: Pero los pueblos no están hechos de los hombres y mujeres como deberían ser, sino de los hombres y mujeres como son. Y las revoluciones no triunfan y los pueblos no se mejoran si aguardan a que la naturaleza humana cambie, sino que han de obrar conforme a la naturaleza humana y de batallar con los hombres y las mujeres como son, o contra ellos(as) (2)



Hoy, ser comunistas, significa ser marxista-leninista, ser un marxista orgánico, que no denota solamente militar en un partido que se defina como tal, debe asumir los riesgos que implica defender la doctrina en el campo teórico y político en als formas que las circunstancias lo exijan, ser critica y autocrítica oportuna y acompañada de un cambio radical de actitud. Las camaradas debemos entender los problemas del mundo contemporáneo, estudiando pormenorizadamente su contexto socioeconómico, cultural y político. Las comunistas, además, debemos estudiar y divulgar los mejores ejemplos de la historia de las luchas de los diferentes pueblos en épocas distintas; propender por la creación de un movimiento popular real que anule y supere el estado de cosas, demostrando que a pesar de las épocas de represión, de retroceso, de triunfo del oscurantismo y de la injusticia, la sociedad ha ido progresando constantemente hacia niveles superiores de dignificación humana. Sobre todo debemos confiar en las infinitas posibilidades morales, espirituales y solidarias que poseen los hombre y mujeres del pueblo, en la ciencia, la técnica, en el perfeccionamiento de la bondad humana.



Perspectiva de género: Podemos decir que la identidad de “ser mujer”, tiene una interrelación dialéctica con la sociedad, y su conciencia es el reflejo del medio donde se desarrolla, el reflejo ideológico, por lo tanto el desarrollo y la formación del “ser Mujer” van al unísono con el desarrollo histórico de la humanidad.



Sabemos que las identidades culturales no son rígidas ni mucho menos inmutables, son los resultados siempre transitorios y fugases del proceso de identificación, choques de temporalidades en constante proceso de transformación, responsables en última instancia de la forma como actuamos. También sabemos que las identificaciones, además de plurales, están dominadas por la obsesión de las diferencias, por las jerarquías de las distinciones. Ahora bien, lo fundamental de la búsqueda es la identidad, es el auto-descubrimiento y que éste implique hacer presente al otro y conocer la posición de poder a partir de lo cual es posible apropiación selectiva y transformadora de él, el poder.



Lo nuevo que sabemos sobre los procesos de identidad y de identificación de “ser mujer”, no siendo mucho es, sin embargo importante para evaluar las transformaciones por la que esta pasando la teoría social de la identidad.



La categoría Género: “Como abstracción del pensamiento, no hace relación solo a vorones y mujeres, sino principalmente a significaciones sociales, a campos simbólicos, a imaginarios colectivos, a modos de ser, estar, tener y hacer en el mundo de los sujetos sociales; esta categoría alude a formas y contenidos como la sociedad asume lo femenino y lo masculino, la feminidad y la masculinidad, formas y contenidos históricos, múltiples y diversos” (Angela Londoño Vélez) (3).
En un lenguaje más pedagógico, diremos que la categoría “género” se refiere al conjunto de rasgos adquiridos en el proceso de socialización, que diferencian a mujeres y hombres en una sociedad. Son las responsabilidades sociales, pautas de comportamiento, valores, gustos, temores, actividades, expectativas, etc., que la cultura patriarcal asigna en forma diferenciada a hombres y mujeres. “Ser Mujer” o “Ser hombre” derivan necesidades y requerimientos diferentes de mujeres y hombres para su desarrollo y realización personal.



La categoría “genero” se ocupa, entonces de pensar las construcciones sociales, las representaciones de la feminidad y la masculinidad, de indagar por el sistema de diferencias, que son tratadas como exclusiones, y jerarquías que fundamentan la distribución polar y a la vez, asimétrica de significaciones, espacios, valoraciones, roles y funciones de lo femenino y de lo masculino, expresados como diferencias bio-sicosociales entre varones y mujeres, que, simultáneamente aparecen como complejos sistemas de concepciones y prácticas que colocan en desventaja a la mujer y se constituyen en factores de vulnerabilidad sico-social, económico, político y en factores protectores para unas y otros.



El “genero” como categoría política. La construcción binaria del mundo, la separación entre la esfera pública y privada es una de las formas de la jerarquización social de los espacios que se dio durante el proceso histórico que conocemos como “la Revolución Industrial”. Es esta construcción binaria la que asigno lo femenino y a sus actoras el ámbito de lo privado, de la casa, de lo doméstico, de lo no político, que consolidad a través del tiempo, la institucionalidad de la familia “nuclear” compuesta por el padre, la madre, las hijas(os) y que conllevo a la división sexual del trabajo que separo la producción social en económica y doméstica y esta última como no productiva.



La lógica binaria atraviesa otros aspectos que de alguna manera cruzan el debate sobre los géneros tales como: racional-emocional, subjetividad-objetividad, político-apolítico. Es esta lógica la que convierte todo aquello que acaece en la casa, en el mundo doméstico, en asuntos privados y por tanto políticamente inexistentes, de ahí que los asuntos de las mujeres no son asuntos políticos porque al ser su actividad, una actividad doméstica, se asocia a feminidad, y el lugar de ocurrencia es el espacio privado.



Desde esta perspectiva, la burguesía refuerza la naturaleza de la condición de “ser mujer”, para obtener de ella el comportamiento más adecuado a los valores que la sociedad capitalista patriarcal le interesa conservar, transmitir y mantener, entonces se tiene una estructura ideológica dominante integrada por el Estado, los medios de comunicación masiva, la educación, la religión, la familia, la moral, la normatividad, el derecho, etc., que continuamente envía mensajes reforzadores de los estereotipos femenino y masculino.


La perspectiva de Género: Aporta una particular metodología de interpretación histórica, tanto personal como colectiva, que busca develar oscuridades, visibilizar, reinterpretar y transformar el discurso de la opresión de la mujer en una conquista para lo humano, en la medida que demanda reivindicarse a si misma y con ello cuestionar la masculinidad alienante. Al conocernos mejor, las mujeres afrontaremos más concientemente la lucha emancipadora contemporánea que permitirá construir un mundo mejor, un mundo socialista, porque creemos como Mariatigui, que las condiciones económico-sociales no están determinadas por la raza, el sexo o la etnia, sino por la economía y la política.



Creemos, sobre todo y cada vez más nos afirmamos en ello, en la absoluta sociabilidad de las mujeres y de los hombres (5)
Dora Eloisa Cepeda T. Hilda Alarcón F. Guadarrama González, Pablo M. Humanismo, Autenticidad en el pensamiento Filosófico Latinoamericano: Significación del Marxismo. Tesis como optante a doctor en Ciencias, Santa clara 1995.



Martí, José: Obras Completas, Editorial Ciencias Sociales, 1965, p. 26.
Londoño Vélez, Angela, Una aproximación a la categoría género, p.7.
Larroyo, F.: La filosofía iberoamericana, Editorial Porrúa, México, 1978, p. 65
Martí, Jos. Iben nota no. 1.



Bibliografía:



LENIN, V.N.: La emancipación de la Mujer, Editorial Progreso, Moscú, 1978
BARTRA, Rogerm: Diccionario marxista de Sociología, Bogotá
Estudios marxistas, NO. 20, PS.3-37
DE SOUSA, Santos, Boaventura: De la mano de Alicia, Siglo del Hombre Editores, Ediciones Uniandes, Universidad de los Andes, 1998.
ARIAS, Londoño, Melba: Mujer, Sexualidad y Ley, Editorial Prepesa Ltda..
ARNGO. Luz Gabriela, León Magdalena, Viveros, Mara, copiladoras. Género e identidad, Ensayos sobre lo femenino y lo masculino, TM. Editores, Editores Uniandes, Universidad Nacional, Facultad de Ciencias Humanas, 1965
LIDERAZGO, Fondo Popular Leonardo Posada, 1991
INEDO, El papel social de la Mujer, 1988
FORO Mujer y Constitución, Neoliberalismo y su Impacto en la Mujer Colombiana, Memorias, Bogotá, 1991
RED Nacional de Mujeres, Nuestro Pensamiento y la palabra también cuentan, una critica a “la Política integral para las mujeres”
P.C.C: Memorias Activo Nacional 1992,1998, Conclusiones Taller Nacional de Mujeres, 1993, 1994
CONCEPTOS del análisis de género, Escuela Fedin, Cuba, 1997
CUT, Memorias I, II y III Congreso de la Mujer Trabajadora, Bogotá



Neoliberalismo y Feminización de la Pobreza
“El nivel de conciencia de los pueblos se mida por el nivel de participación de la mujer en la lucha” Vladimir Ilich Lenin



Con la consolidación del modelo neoliberal, en los procesos de reestructuración de la economía y en el marco de la globalización, las mujeres se constituyen en el grupo de población más afectada negativamente por las políticas de ajuste, dado que de los 2.000 millones de pobres que hoy existen en Edmundo, el 70% son mujeres, por lo cual se dice que “la pobreza tiene hoy rostro de mujer”



En su proceso de integración al mundo productivo, la mujer no ha contado con las mismas condiciones favorables que el hombre. Su trabajo en ramas poco productivas de la industria y los servicios, así como en oficios que pertenecen –en mayor porcentaje que los de los hombres- a la economía informal y la menor valoración de su trabajo, ocasionada por las condiciones culturales de la sociedad patriarcal, son problemas que han conducido a una situación en la que las mujeres y, en particular, las mujeres cabeza de familia (25% de los hogares), constituyen el más pobre entre los sectores pobres. Este fenómeno se ha denominado “feminización de la pobreza” y pese a las medidas que se han tomado para integrar a la mujer a proyectos de desarrollo, este fenómeno tiende acrecer.



Los Planes de Ajuste Estructural y sus consecuencias sobre la mujer (1)

La reestructuración económica mundial ha afectado de manera particular la posición socioeconómica de la mujer en diversas maneras. Tanto los cambios cíclicos de la economía mundial y en las economías nacionales, han tenido repercusiones en el empleo y el ingreso de la mujer y en su papel en la sociedad.



Es así como, a dos décadas de promover las más férreas medidas de ajuste estructural, el Banco Mundial ha reconocido que: “Algunos de los programas de ajuste económico ejecutados por los países en la década de los 80, para acabar con la crisis de la deuda, han agravado los niveles de pobreza” que hay alcanza a casi 2.000 millones de seres humanos, de los cuales 200 millones son latinoamericanos y caribeños; de estos, 1.000 millones de adultos son analfabetos, un número superior carece de agua potable y 840 millones pasan hambre todos los días y cerca de la tercera parte de los habitantes de los países más pobres, no vivirán más de 40 años. En suma las políticas de ajuste estructural han consistido en contundentes programas de austeridad, destinados a movilizar la economía entera de los países, para garantizar la generación de recursos con destino al pago de la deuda externa.



Un primer punto de partida en estas políticas ha sido el ajuste en la esfera de los intercambios con el exterior, que por lo general comienza con una devaluación de la moneda que encarece automáticamente las importaciones y abarata las exportaciones, dando lugar a los aumentos de precios y a la disminución de la capacidad adquisitiva de las personas.



En segundo lugar, los drásticos recortes al gasto público, han servido no solo para reducir los déficit en el sector público, sino también para reestructurar la economía, transfiriendo recursos y actividad económica del sector público al privado. Estos recortes han eliminado servicios y subsidios estatales, en la enseñanza, la sanidad, la protección de la infancia, la producción agrícola, entre otros, dando lugar a la privatización de las empresas públicas, pro encima del criterio de bienestar a los pobladores.



En tercer lugar, las políticas de ajuste estructural han servido para entregar la economía a la competencia extranjera, cuyo proceso tiene dos vertientes importantes, a saber: 1. La confianza en la liberación del comercio para fomentar la competencia y 2. La erosión de las reglamentaciones sobre inversiones extranjeras, tanto en el sector financiero como en el productivo. Una consecuencia de estos cambios ha sido el aumento de la internacionalización de las economías nacionales.



Un cuarto lugar ocupan las estrategias de desarrollo basadas en la promoción de exportaciones, que pone énfasis en la producción de bienes exportables, de donde deriva la necesidad de “modernización del aparato productivo” para poder competir en los mercados internacionales. Esto empuja a reestructura la producción en dos direcciones: Introducir nuevas tecnologías y reducir los costos salariales que algunos autores han llamado “el aplastamiento de la clase trabajadora”.



Un quinto lugar ocupan los cambios en las corrientes financieras internacionales, que en el último decenio se caracterizaron por un aumento del volumen de las transacciones, la interdependencia, la volatilidad cada vez mayor de los mercados financieros y el aumento de su influencia en las políticas económicas, nacionales e internacionales. La composición del capital que entra en los países en desarrollo ha cambiado, y ese cambio servirá para reducir la vulnerabilidad de los prestatarios frente a la crisis de la deuda, bajo la perspectiva de que la recuperación de las corrientes de capital, brinda el aumento de la inversión y un mayor crecimiento económico. Los obstáculos a la movilidad del capital han ido desapareciendo paulatinamente, hasta el punto de funcionar de facto como instituciones sin identificación nacional.



En el marco del Nuevo Orden Económico Internacional, la Internacionalización de las Economías Nacionales ocupa un sexto lugar en las políticas de ajuste, como resultado de la creciente y cada vez más compleja rede de lazos e intercambios entre países a distintos niveles: fianzas, Inversión, Producción, Comercio, Transporte y Comunicaciones. Esta estrategia inspirada por el Fondo Monetario Internacional, cuyo elemento esencial es la Apertura de la Economía Nacional al exterior, a través de la liberación de las importaciones, la promoción de las exportaciones y de la competitividad a nivel internacional, y el estímulo a la inversión extranjera, tanto productiva como financiera; busca imponer a los países un estilo de negocios en los que la “ley del mercado” y el “culto a la eficiencia” se superponen a los intereses nacionales.



En resumen, las políticas de ajuste estructural son un conjunto de medidas encaminadas a: 1) Lograr que la población trabaje duramente y de manera más productiva, con salarios reales inferiores, a fin de general recursos para saldar la deuda;2) Eliminar despilfarros e ineficiencias “racionalizando” la economía de acuerdo con los dictados del mercado; 3) Lograr una mayor apertura a la competencia exterior y un mayor nivel de integración en la economía mundial y, 4) El objetivo final es volver a la “normalidad” y al crecimiento mediante la mano invisible del mercado.



Género, Trabajo y Globalización: En este contexto, los crecientes desequilibrios de las economías industrializadas, expresados en la contradicción fundamental del capitalismo entre capital y trabajo, han llevado a las potencias capitalistas a impulsar políticas económicas que generalizan la crisis, golpeando sobre todo a los países dependientes y de ellos, a los grupos sociales más pobres, entre los que se encuentran las mujeres y los niños, quienes para zanjar la brecha entre la sobrevivencia y el hambre, deben buscar trabajos adicionales, arduos, mal remunerados y físicamente desgastantes.



En el último informe de Naciones Unidas de estadísticas más recientes sobre las Mujeres del Mundo, cuando se refiere al aspecto del trabajo, señala que las mujeres contribuyen 1/3 de la fuerza de trabajo del mundo, ubicado en el autoempleo, el empleo por horas y el trabajo basado en el hogar, cuyas características son la carencia de seguridad, de beneficios y bajos ingresos.
La salida de capitales de los países industrializados, en busca de mano de obra más barata, genera altas tasas de desempleo, sobre todo de mujers y minorías étnicas, que solo se utilizan para imponer condiciones de mecanización, robotización y productividad, especialmente en las zonas de libre comercio, en la agroindustria y en ramas afines, dando lugar a una nueva división internacional del trabajo que busca convertir a América Latina y el Caribe en zona de empresas de ensamblaje o plataforma exportadora de manufacturas.



La tecnificación de los procesos de producción en estas zonas, hace posible que puedan realizarse con mano de obra femenina no capacitada, que pueda ser renovada constantemente. Se trata de las nuevas “obreras desechables”, mujeres jóvenes, campesinas, cuya fuerza de trabajo se usa hasta que baja su productividad, empiezan a exigir mejores condiciones laborales o simplemente se embarazan y, al quedar despedidas, sin haber adquirido ni capacitación, ni opciones de sindicalización, ingresan al servicio doméstico informal, cuando no a la prostitución, fenómeno de creciente incidencia.



Esta utilización de mano de obra femenina, se facilita a las empresas debido a la posición de subordinación que tienen las mujeres por la estructura patriarcal de la sociedad. Así el desarrollo orientado exclusivamente al lucro, aprovecha esta subordinación genérica. Lo mismo puede decirse del trabajo asalariado a domicilio que impulsan los empresarios privados para bajar costos de operación y producción. Esta forma de trabajo por lo general incluye, el trabajo no remunerado de otros miembros de la familia, niños y niñas, adolescentes y ancianos.



Se presenta también como opción para la obtención de divisas, la industria del turismo, hoy en auge, sobre todo en algunos países de la región del Caribe, a los cuales se vincula un alto porcentaje de mujeres que trae aparejada la expansión de casinos y la trata de personas.



A su vez debemos tener en cuenta que al reducirse el gasto público por el pago de la deuda, debido a las exigencias de ajuste del F.M.I., se reducen los empleos en el sector de los servicios estatales, en su mayoría ocupados por mujeres, que al mantenerse rígida la división sexual del trabajo en el hogar, la compensación por la pérdida de estos servicios sociales, recae sobre ellas ampliando sus labores domésticas.



La producción transnacional y la participación de las mujeres (2): La búsqueda del lugar y proceso de producción que minimice los costos y maximice los beneficios ha llevado a lo que se puede calificar de nueva preferencia hacia el empleo de las mujeres. Este es el caso de los Procesos de Trabajo Intensivo. Además de las industrias que tradicionalmente han empleado, mayor número de mujeres, la textil y la confección, las nuevas industrias como la electrónica y el sector de los servicios, concentra a un importante número de mujeres. La llegada de empresas norteamericanas de compañías aéreas, de seguros, informáticas y de comunicaciones, ha llevado al uso del término “oficina global”, para indicar la trasnacionalización del trabajo de oficina que emplea una proporción elevada de mujeres con un nivel educativo alto.



El empleo de mujeres por las transnacionales tiene algunos rasgos bastante comunes: a) una mano de obra reducida en cantidad absoluta; b) mas feminizada; c) más joven; d) con un costo laboral generalmente muy inferior y una productividad similar o mayor; e) condiciones laborales más desfavorables y precarias y f) sin sindicatos y con una organización laboral más débil.



Así, la primera explicación a esta preferencia, es que se trata de una fuerza laboral más barata, que puede encontrarse dentro de cada país o a nivel global.



Una segunda explicación del empleo femenino tiene que ver con las que puede llamarse “características del género”, o cualidades atribuidas a las mujeres y que dan lugar a factores que facilitan: El control de la fuerza laboral por la mayor sumisión, docilidad y capacidad de obedecer órdenes.



La productividad por la mayor destreza de las mujeres en la producción de objetos diminutos o que requieren cuidado y paciencia. Así mismo la mayor disciplina en su comportamiento laboral.
La Flexibilización Laboral y sobre todo de las mujeres jóvenes que aceptan contratos de trabajo a tiempo parcial y a menudo inestable, que evitan al empleador la acumulación de beneficios laborales. Esta flexibilización permite una adaptación máxima de la oferta de trabajo a las oscilaciones y requerimientos de la producción y constituye un estímulo para la tansnacionalización, puesto que permite evadir las regulaciones laborales más rígidas de muchos países.



El modelo de empresa flexible es un componente de las estrategias de “producción mínima” en respuesta a las exigencias de la competencia. La empresa flexible se basa en la existencia de un grupo básico de trabajadores y una periferia de trabajadores temporales, externos y subcontratistas que sumados funcionan como una reserva de mano de obra que permite un ajuste rápido y eficaz en cuanto a costos a los altibajos de la producción. Es en esta franja de trabajadores donde tienen cabida las mujeres por sus niveles más bajos de aptitudes y formación profesional.



En un informe de Naciones Unidas a que hicimos referencia se establece que 2/3 partes de los 876 millones de iletrados en el mundo, son mujeres y no se espera que este número decrezca significativamente en los próximos 20 años.



Otros efectos negativos de la Globalización Neoliberal: En cuanto hace a la atención en salud y, particularmente la salud reproductiva, las estadísticas de la OMS señalan que cada año mueren cerca de medio millón de mujeres por causas relativas al embarazo, al parto y el aborto. Por lo menos 70 mil de ellas mueren como resultado de abortos ilegales y en condiciones de riesgo. El embarazo en la adolescencia, forma parte del circulo vicioso de la pobreza. Cada año ene l mundo 15 millones de mujeres menores de 20 años dan a luz, esto es 1/5 parte de los nacimientos del mundo. En América Latina, entre el 20 y el 60% de los embarazos de madres menores de 20 años, son inoportunos o no deseados.(3)



Además, las inequidades genéricas en el ámbito social, cultural y político, se constituyen en factores cruciales para la “feminización de la pobreza”, que solo podrán ser eliminadas si la sociedad en su conjunto toma conciencia de este fenómeno y actúa en consecuencia, atacando las causas reales de la pobreza y adoptando políticas sociales basadas en la justicia, que promueven el desarrollo y la dignidad de los eres humanos, el progreso social y la promoción de la mujer como sujeto social y político de derechos.



Todo lo anterior demuestra, que para la gran mayoría de mujeres, en la casi totalidad de países, las tendencias actuales acentúan su empobrecimiento, pero a su vez, las tensiones y la desesperación que afecta a los hombres por el desempleo y la miseria, exacerbadas por la ideología machista, aumenta los riesgos de violencia contra las mujeres en las calles, los sitios de trabajo, los lugares públicos y por su puesto, el ámbito doméstico, la que se suma al endurecimiento de los gobiernos de países subordinados, al aumentar la represión contra la sindicalización y los movimientos políticos, populares y de defensa de los derechos humanos.



El carácter multidimensional de la pobreza: La definición clásica de la pobreza ha desconocido dos dimensiones en su concepto material: la dimensión sociocultural y la política(4)
La dimensión sociocultural abarca un tema recurrente en la literatura sobre la pobreza: la precariedad de la relación de las personas con las instituciones y la no pertenencia a la cultura dominante de la sociedad. Un tema importante en las políticas contra la exclusión es el multiculturalismo y la valoración de la diversidad.



En cuanto a la dimensión política, esta comprende, entre otros, la desigualdad de derechos de los miembros de una sociedad, incluyendo los derechos civiles, políticos y socioeconómicos básicos, como el derecho a tener acceso a la educación, a la salud y al trabajo laboralizado. La temática de la existencia y la realización de los derechos recibe poca atención en los trabajos relacionados con la pobreza y suele ser abordada en forma separada. Esto se evidencia en los informes nacionales sobre la situación de la mujer, donde se distingue los derechos de la mujer del problema de la feminización de la pobreza.



Sin embargo la realidad muestra sus interrelaciones en varios contextos y en varias temáticas como la no realización de los derechos de propiedad en barrios populares, el acceso precario al sistema judicial de la gente de escasos recursos o la falta de protección jurídica efectiva de los derechos humanos fundamentales, lo que genera no solo una desigualdad jurídica, sino también política.



La situación de la Mujer en la Sociedad Colombiana:(5) La situación histórica de inequidad de las mujeres colombianas, constituye un problema de tipo estructural, por cuanto sus raíces se hunden en la estructura misma del poder político, económico y social, cuya ostentación en manos de unos pocos, distorsiona ostensiblemente el ejercicio de los derechos y las libertades de las y los ciudadanos.



Desde la institucionalidad de un sistema político y cultural que invisibiliza las mujeres de la vida pública, no contabiliza en el sistema de cuentas su aporte fundamental al desarrollo y desconoce su papel en la reproducción biológica y social de la especie humana. O;



Desde la implementación de un modelo económico, el neoliberal que con sus secuelas de globalización y apertura, medidas de ajuste a discreción de la Banca Internacional y de las Transnacionales, de desregulación de las relaciones del trabajo, de desestabilización de las funciones sociales del estado y su consecuente privatización o,



Desde la implementación de la guerra, como respuesta al conflicto social y armado que agobia al país, ante lo cual la vigencia y la práctica del Derecho Fundamental a la igualdad, se torna nugatorio, en una sociedad de profundas desigualdades políticas, sociales, económicas y culturales que, indiscutiblemente afectan de manera particular a las mujeres.



Según datos de la consejería Presidencial para Equidad de la Mujer, consignados en el Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres, 2000-2000, para marzo de 1999 las mujeres representaban, el 53.3% de la PEA (Población económicamente Activa), siendo una de las más altas de América Latina.



La tasa de ocupación de las mujeres para la misma fecha es de 40.9%, mientras que la de los hombres es de 60.9%, pero ambas bajaron con respecto a1998.
En cuanto a la población femenina ocupada según rama de actividades económicas, en marzo de 1999 ubica a las mujeres principalmente en el sector de los servicios comunales, sociales y personales, con un 18.3% y en el comercio 12.3%, seguida de la industria con una participación del 7.5% y en el sector financiero con 4.0%.



El documento así mismo señala que persisten las diferencias salariales entre hombres y mujeres, generando una desigualdad de género a favor de los varones, lo que se constituye en el factor que más rotundamente confirma la discriminación de las mujeres en el campo laboral.



En cuanto al desempleo femenino, se señala que para marzo de 1999 este alcanzaba el 23.2% y el subempleo un 22.3% entre mujeres que oscilan entre los 15 y 49 años, lo que conduce necesariamente o prever, las condiciones de pobreza y marginalidad en que se encuentran las mujeres, por la inexistencia o precariedad del acceso a un trabajo en condiciones dignas y justas. Investigadores sociales al respecto indican que de cada 1000 mujeres, 52 se encuentran en situación de miseria.



“Para el año 2000 hemos alcanzado la mayor tasa de desempleo en la historia, el 20.·%, que representa un millón y medio de desempleados en las siete principales ciudades del país; el trabajo informal alcanza el 68%; el subempleo el 19%; el trabajo temporal el 16.% y el desempleo abierto alcanza los niveles del 40% para los estratos 1 y 2. Todas estas cifras se duplican para jóvenes y mujeres y fácilmente se triplican en el sector rural, donde el modelo neoliberal ha causado los mayores estragos. Dentro del contexto de este modelo salvaje, el gobierno de Pastrana ha establecido cuatro zonas de maquilización, como zonas especiales para la exportación, ellas son: Cúcuta, Valledupar, Buenaventura e Ipiales.



Se trata de zonas donde el gobierno desregulariza al máximo las relaciones laborales a favor de la ortodoxia de la reducción de costos a expensas del trabajo, y donde las mujeres son altamente afectadas por el manejo de tóxicos y las condiciones inhóspitas de trabajo que atentan contra las madres embarazadas que dan a luz a niños sin cerebre y parapléjicos, sin las más mínima precaución de los capitalistas y el Estado.



De otra parte, la violencia política y económica que sufre el pueblo colombiano afecta también a las mujeres, especialmente a las del sector campesino, quienes además de ser víctimas del asesinato sistemático de esposos e hijos, se ven sometidas al desplazamiento y a perder todos sus bienes, sin ninguna compensación por parte del Estado”.(6) El número de desplazados se acerca a los 3 millones y de esta cifra el 58% son mujeres.



“La mujer se ve afectada de manera más dura por la escandalosa situación padecida pro la infancia. Actualmente 6.5 millones de niños colombianos viven en situación de extrema pobreza y 1.5 millones padecen la miseria absoluta. Dos y medio millones de infantes trabajan en condiciones de alto riesgo, y de ellos, dos millones lo hacen en actividades informales. De cada 100 niños que trabajan en la informalidad, únicamente 3 van a la escuela. El índice de mortalidad infantil en Colombia dobla a los demás países de la región. Gracias a la vergonzante discriminación en las responsabilidades con la familia, ¿cuántas madres arrastran tristemente y solitarias esta penosa realidad?(7)



La Plena Ciudadanía de las Mujeres (8) : De esta panorámica sobre la situación de la mujer, podemos concluir que la mujer enfrenta ciertamente una serie de obstáculos propios del carácter patrimonialista y patriarcal de la sociedad colombiana, que impiden la realización de una efectiva ciudadanía plena para las mujeres, en el marco de un Estado Social y Democrático de Derecho.



Por lo tanto, la praxis de una democracia real, es condición básica para el ejercicio pleno de la ciudadanía y en consecuencia, la lucha por los derechos de las mujeres se ha traducido en reafirmar el concepto de ciudadanía, en una interpretación del término que incluye, más allá del reconocimiento formal de la participación política y los derechos civiles, el ejercicio y práctica de estos, el gozar de cierto estándar de vida, de bienestar y de seguridad económica.



Así , la ciudadanía de las mujeres pasa por de-construir la valoración de ellas como seres y grupo subordinado, lo cual implica reconocerlas en el ámbito individual y colectivo como actoras en la lucha por la ampliación de la democracia, la justicia social y económica y por la igualdad de derechos y oportunidades que a su vez implica, la igualdad de condiciones materiales y de tiempo libre para ejercer la ciudadanía.



Bajo esta perspectiva, los derechos civiles y políticos son la expresión de Derechos – Libertades que el individuo posee frente al Estado, el cual ve limitada su autoridad; los derechos sociales son la expresión de derechos de acreedor que los individuos poseen sobre el Estado, esto es, beneficios que deben ser garantizados por las políticas sociales. Así, desde una perspectiva feminista, la Ciudadanía debería ampliarse e incluir una cuarte generación de derechos. Los Derechos Sexuales y Reproductivo.



La plena autonomía sexual y reproductiva de las mujeres es a la vez, un derecho civil, político y social. (9)



Como derecho político, la libertad reproductiva está ligada a las luchas de las mujeres, esto es, a la afirmación de un nuevo sujeto político y social. Como derecho civil, la libertad reproductiva está ligada a la capacidad del individuo de disponer de si mismo, esto es, tomar determinaciones sobre su propio cuerpo. Como derecho social, la libertad reproductiva está ligada a las políticas de salud pública, en cuanto los derechos sociales dependen de la existencia de condiciones materiales viables para realizarse.



En consecuencia, una perspectiva que considere la Ciudadanía como dinámica en construcción, exige evitar el reduccionismo de los derechos de la ciudadanía a un conjunto preciso de derechos. Al evitar la reducción, la idea de ciudadanía aparece más bien relacionada con una práctica organizacional, a la vez conflictual y consensual. Se distinguen así dos dinámicas en la construcción de ciudadanía:



Como estatuto formado por un conjunto de derechos y deberes y,
Como forma de participar en la vida social y como conciencia de pertenencia a la sociedad, se basa en un conjunto de prácticas de organización que permiten el ejercicio de alguna influencia sobre el espacio público.



En este sentido, la construcción social de la ciudadanía se basa en la construcción de un sujeto político y social que tiene el derecho a tener derechos, representar y ser representado.



“SIN JUSTICIA SOCIAL, ES IMPOSIBLE SER CIUDADANA” 10



Por todo lo anterior, es imperativo que las mujeres asumamos una doble militancia:



La militancia política en un proyecto revolucionario donde podamos ser sujetos sociales y políticos de derechos con identidad propia y,



La militancia en un proyecto histórico y cultural que afiance la construcción de un mundo equipolente para hombres y mujeres en el que sea posible y viable la utopía de una sociedad justa y soberana.



Elaborado por:
Teresa Martínez Pinto
Equipo de apoyo Area Mujer PCC



Notas:
1º.UNICEF: “La Mujer en una Economía Mundial en Evolución”, Estudio mundial sobre el papel de la mujer en el desarrollo, 1995
2. BUSTOS, Beatriz y Palacio Germán. “El trabajo Femenino en América Latina – Los debates en la década de los noventa”. Universidad de Guadalajara, Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos.
3. XII Congreso Mundial de la FDIM. Taller No. 1 “Feminización de la Pobreza”
4º. ARRIAGADA; Irma y Carmen Torres. “Género y Pobreza, nuevas dimensiones”, ISIS Internacional, Ed. De las Mujeres No. 26, Santiago de Chile, 1998
5º. ASODEMUC. El país que soñamos las mujeres”. Ponencia para la Audiencia pública de las mujeres, San Vicente del Caguán, Junio 25 de 2000
6º. FAJRDO, Nelson. “Mujer y Trabajo”,, Semanario VOZ, Página Económica, Bogotá, Junio 28 de 2000.
7º. PAEZ, Mariana. “Las FARC-EP, el desempleo y la mujer”, Ponencia Comisión Temática de las FARC-EPP, Villa Nueva Colombia, Junio 25 de 2000
8o SARMIENTO, Anzola Libardo. “Mujer y Pobreza: Las luchas por el reconocimiento, la democracia radical y la plena ciudadanía”, Ponencia para la Cumbre Social contra la Pobreza, pro la Equidad y por la Paz, Bogotá, 1998
9o. BEREGERE, Marqués Pereira. “Los derechos reproductivos como derechos Ciudadanos”, Ediciones de las Mujeres NO. 25, Isis Internacional, 1997
10. ARENDT, Hanna.



BIBLIOGRAFÍA
ACEP
, Asociación Colombiana para el estudio de la Población. “Las mujeres frente a la Crisis de América Latina y el Caribe”, Trabajo colectivo, México, 1995. pp.10 a 13



ARRIAGADA, Irma y Carmen Torres. “Genero y Pobreza, Nuevas dimensiones” Santiago de chile, ISIS internacional. Ed. De las Mujeres No. 26, 1998, pp. 24 a 28.



ASODEMUC. Asociación de Mujeres por la Paz y la defensa de los derechos de la Mujer colombiana. “El País que soñamos las mujeres”, Ponencia Audiencia Pública de Mujeres, San Vicente del Caguán, Junio 25 de 2000.



90. BEREGERE, Marqués Pereira. “Los derechos reproductivos como derechos Ciudadanos”, Ediciones de las Mujeres NO. 25, Isis Internacional, 1997



FAJARDO, Nelson. “Mujer y Trabajo”,, Semanario VOZ, Página Económica, Bogotá, Junio 28 de 2000, p. 15



BUSTOS, Beatriz y Palacio Germán. “El trabajo Femenino en América Latina – Los debates en la década de los noventa”. Universidad de Guadalajara, Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos .pp.49 a 72



DECLARACIÓN, Audiencia Pública de Mujeres, Crecimiento Económico y Empleo”, San Vicente del Caguán, Junio 25 de 2000.



FDIM, federación democrática Internacional de Mujeres, XII Congreso Mundial, Taller No. 1 “Feminización de la Pobreza”, París, Diciembre de 1998



ONU: Informe de Naciones unidas de estadísticas más recientes sobre mujeres del mundo, E-mail: Publications un.org., abril 14 de 2001



º. PAEZ, Mariana. “Las FARC-EP, el desempleo y la mujer”, Ponencia Comisión Temática de las FARC-EPP, Villa Nueva Colombia, Junio 25 de 2000



PRESIDENCIA DE LA República, Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. “Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres”, Plan Básico 2000 – 2002, convenio Andrés Bello. Bogotá, Diciembre de 199, pp. 18 a 224



SARMIENTO, Anzola Libardo. “Mujer y Pobreza: Las luchas por el reconocimiento, la democracia radical y la plena ciudadanía”, Ponencia para la Cumbre Social contra la Pobreza, pro la Equidad y por la Paz, Bogotá, 1998, pp.14 a 16



UNICEF: “La Mujer en una Economía Mundial en Evolución”, Estudio mundial sobre el papel de la mujer en el desarrollo, 1995, pp. 13,17,19,20 y 29



PERSPECTIVA ORGANIZACIONAL DE LAS MUEJRES COMUNISTAS PARA FORTALECIMIENTO DEL P.C.C.
Signo de vitalidad y cambio



Construir un partido y un país más amable, mas democrático, mas participativo, mas acogedor para toda la militancia y en especial para las mujeres, ha sido una preocupación de vieja data. Hoy nos volvemos a plantear este objetivo, porque es un imperativo la presencia cualificada de un mayor numero de mujeres,; la realidad nos muestra un partido estancado en la militancia femenina, en vez de avanzar en su reconocimiento para los cargos y responsabilidades de dirección, tanto a nivel de las instancias partidarias, como en los actores sociales, sindicales y públicos, retrocedemos.. “Un Partido y una sociedad sin mujeres protagónicas no tiene perspectiva”.



Son muchas causas que explican la situación de decrecimiento del Partido y de las mujeres en particular, tenemos las siguientes: La mujer y en general la militancia que ingresa al Partido no ve reflejadas sus expectativas frente a lo que es ser un militante comunista, se presentan practicas en la base y en la dirigencia que no corresponden con los planteamientos (a corto, mediano o largo plazo), perciben que adolecemos de los problemas de los partidos tradicionales y se sufre una especie de desencanto que termina con la marginación, fenómeno mas acentuado en la militancia femenina.



Otro factor tiene que ver con la situación económica y la grave crisis por la que atraviesa el país y el mundo, que obliga a las mujeres a cumplir múltiples jornadas de trabajo (rebusque), mas las responsabilidades de la familia (los hijos e hi8jas y el compañero) y las miles de mujeres cabeza de familia en las que recae esa problemática; lo que no permite una militancia común y corriente.



Solo veamos la radiografía de las mujeres comunistas y pro donde la veamos, concluiremos en la necesidad de elaborar políticas que apunten a su fortalecimiento en cualificación, militancia y permanencia: Con cuantas mujeres militantes cuenta hoy el Partido y cuantas están en su Comité Central y en el de la Juventud?. Cuantas en su respectivos ç Comités Ejecutivos regionales y zonales?, cuantas mujeres ocupan cargos de dirección en las comandancias guerrilleras en todos los niveles?, cuantas en los sindicatos, centrales sindicales, asociaciones y en especial las organizaciones de la salud, de maestras y maestros? Mas allá de la simple cuantificación cuantas mujeres están cualificadas políticamente? Cuantas se asumen y reivindican desde la perspectiva de genero en la organización partidaria? Porque si ser feminista es defender la vida y un partido humanista, somos feministas! Y consideramos que esta perspectiva actualiza el marxismo. Luchamos por la liberación del hombre y la mujer.



Hay que reconocer que a pesar que la discusión interna en torno a genero y feminismo se ha dado en varias etapas, esta no ha tenido la contundencia y continuidad que garantice ganar en posicionamiento del tema en todos los niveles de la militancia; son muy pocos los avances que se presentan y pode4mos decir sin temor a equivocarnos que en este aspecto se ha retrocedido, hoy igual que ayer se estigmatiza el asunto y a quienes lo defiendan.



Las mujeres ante todo son personas, sujetos activos y sujetos políticos de derechos; además de ser madres, compañeras, hermanas, hijas, amigas y militantes comprometidas. Por esto nuestra organización debe crear las condiciones objetivas y objetivas que permitan acoger a mujeres de todas las condiciones y se les garantice un espacio para su desarrollo tanto como mujeres y militantes, como lideres y dirigentes; un partido que muestre que hay posibilidades para que la mujer desarrolle todo su potencial, un Partido que vea desde los detalles mas mínimos como por ejemplo ayudar a construir condiciones y lugares seguros para que las mamás dejen a sus hijos mientras cumplen con sus compromisos; trabajar la igualdad en la diferencia (esto es que de acuerdo alas condiciones especificas; a las mujeres no se les puede exigir salir a determinadas horas, realizar oficios o actividades que ellas por su cultura o preferencia no están en condiciones de hacerlo), hasta mostrar con el ejemplo que se puede llegar a ocupar los más altos cargos y que no existen temas ni lugares vedados. Porque somos historia y hemos contribuido hombro a hombro en la construcción del Partido y de la nación que tenemos.



En esta época donde esta siendo tan golpeada la familia colombiana, donde estamos en un proceso de perdida (acto legislado 012) de la salud y la educación publica, como un derecho del pueblo y de millones de niños y niñas y jóvenes entre otros, el Partido tiene que ingeniarse políticas más amplias para llegar con propuestas y alternativas a la comunidad y en especial a las mujeres. Las condiciones están dadas para atraer a vastos sectores de ciudadanos y ciudadanas a la lucha política. Es apremiante crear entre todos unas banderas propias para las mujeres. Que identifiquen la lucha del Partido para con las mujeres.



Es un imperativo en el cumplimiento de este objetivo: que haya un cambio en la actitud de la militancia y la dirigencia, crear sentido de pertenencia, que se dispongan todos los mecanismos, las políticas y que los planes educativos trasciendan lo general y enfaticen en la perspectiva de genero y el feminismo marxista.



BALANCE DE NUESTRO COMPROMISO Y NUESTRA PERSPECTIVA
POLITICA



Debilidades y fortalezas. Las principales dificultades que hemos enfrentado para el buen desarrollo del trabajo son:



La falta de presupuesto económico que permita realizar sin angustias las tareas trazadas.
La no existencia del área en la mayoría de los regionales lo que imposibilita una coordinación eficaz y mayor dinámica en el trabajo.



La falta de medios de comunicación que permitan un contacto directo con las camaradas.
La poca valoración del colectivo del partido del trabajo mujer y la descalificación del mismo
El bajo nivel político e ideológico de las militantes y su limitada participación.



La falta de una dinámica constante en el trabajo. A pesar de esas falencias, hemos desarrollado una serie de actividades que han permitido mantener una dinámica orgánica que se manifiesta en la apertura de nuevos espacios de participación y decisión dentro del movimiento social de mujeres como del movimiento popular en general.



Aunque la participación cuantitativa de las mujeres en estos espacios es poca, cabe destacar el aporte cualitativo que ha permitido ganar respeto, abrir espacios y el empoderamiento de los diferentes escenarios políticos y sociales en los que se viene participando.



También cabe destacar el fortalecimiento de las relaciones con organizaciones afines a nivel nacional e internacional.



No obstante la carencia económica hemos logrado mantener la dinámica de trabajo que nos ha permitido ser participantes de eventos nacionales e internacionales de gran magnitud, como las audiencias públicas del Caguán y la marcha mundial de mujeres contra el neoliberalismo entre otros.



Ayudar a fortalecer y a consolidar el desarrollo de diferentes organizaciones de base a nivel nacional.



PERSPECTIVAS POLITICAS




Continuar participando en los diferentes escenarios políticos y sociales que apuntan a la consecución de una salida negociada al conflicto político, social y armado.
Así mismo fortalecer los espacios de concertación, participación y alianzas estratégicas que conduzcan a la unidad de acción con otras fuerzas democráticas.



Implementar un mecanismo de recepción y reubicación de la militancia desplazada.
Nuestra agenda política debe ser tomada como un instrumento que permita el fortalecimiento de la estructura partidaria en general.



Un partido revolucionario de Vanguardia necesariamente debe tener una política especifica para las Mujeres.



Es preciso elaborar un plan de acción, que permita a la militancia del Partido Comunista Colombiano comprender y asimilar que el desarrollo de la humanidad dividida en clases sociales antagónicas, hizo que las diferencias sexuales de los hombres y mujeres se conviertan también en un factor de explotación y sometimiento, expresados culturalmente en el ser mujer (sometida, desvalorizada, apolítica) y ser hombre (dueño, señor, político) y que por lo tanto, si el partido quiere convertirse en un partido de vanguardia, debe entender y atender las necesidades especificas de la mitad de la población, propiciando espacios y tratos que brinden a las mujeres la oportunidad real de decidir y ejercer la política, además de ser mujer, madre, esposa, hija, viuda, trabajadora, campesina, indígena, desplazada, etc.



Se hace necesario trazar como tarea partidaria desde la dirección, la creación el área mujer a nivel nacional, regional, local y celular, siendo esta instancia mediante el trabajo en grupo y de manera autónoma, quien ejecute la política trazada por el congreso para las mujeres, coordine la cenceptualización y las acciones de las comunistas, incentive el accionar de las mujeres en la perspectiva de la unidad orgánica del movimiento social y la política de alianza con el movimiento sindical, insurgente, agrario, popular, etc. En la perspectiva de construir un país con justicia social.



Identidad comunista y perspectiva de género: Concepto de género. Este concepto se refiere al conjunto de rasgos adquiridos en el proceso de socialización, que diferencian a hombres y mujeres en una sociedad. Son las responsabilidades sociales, pautas de comportamientos, valores, gustos, temores, actividades, expectativas, etc. Que la cultura asigna en forma diferenciada a hombres y muyeres. En otras palabras es el modo de ser hombre o de ser mujer en una cultura determinada. De allí se derivan necesidades y requerimientos diferentes de hombres y mujeres para su desarrollo y realización personal.



Afirmamos que la identidad de ser mujer tiene una interrelación dialéctica con la sociedad y so conciencia, es el reflejo del medio donde se desarrolla, el reflejo ideológico por lo tanto el desarrollo y la formación del “ser mujer” van unísono con el desarrollo histórico de la sociedad.
Sin la participación, politización, educación, formación de la mujer con sus especificidades y limitaciones no podemos pretender un cambio cuantitativo y cualitativo. La identidad de género no es problema solo de las mujeres si no de los hombres, por lo tanto ganar identidad, nos afirma y fortalece en el trabajo revolucionario marxista leninista porque establece mejores relaciones entre hombre y mujer y nos permite reconocernos y respetarnos en la diferencia.
Liderazgo y Empoderamiento. El liderazgo femenino en el PCC, esta delimitado y definido por una concepción patriarcal, que se rompe excepcionalmente cuando la mujer comunista por su trabajo, sus capacidades y su lealtad,, logra sitiales de conducción en la base o en la dirección partidaria superando la desventaja del género y estimulando la emulación siendo reconocidas como lideres políticas por su tenacidad, firmeza y responsabilidad. Sin embargo en este proceso donde se han destacado cuadros femeninos nuestro papel ha sido disperso, coyuntural, dependiente e invisibilizado.



La situación que afecta a nuestro partido y la crisis por la que atraviesa el país, imponen que las mujeres comunistas asumamos un liderazgo que nos permita ganar los espacios de poder en la seguridad de que con nuestra lucidez, creatividad, sensibilidad, imaginación, valor, ternura, pasión y tenacidad sabremos encontrar con nuestros camaradas hombres el camino hacia una patria nueva.



En este proyecto político revolucionario, las mujeres jugamos un papel histórico predominante, el que es necesario evaluar y reconocer.



Reconocemos que las mujeres comunistas de por si ya hemos dado un paso al liderazgo. El solo hecho de la militancia nos esta demostrando una de las facultades sobresalientes de la líder y su capacidad de decisión. Pero el liderazgo no puede ejercerse y menos reconocerse de por si solo, se requiere de un cambio de actitud en el partido, de mujeres y hombres que permitan reconocer y visibilizar el trabajo productivo y político de las mujeres como potencial elemento para las transformaciones que el país requiere y que propicien el desarrollo de unas relaciones equitativas que garantice a las mujeres tener acceso a los puestos de dirección partidaria.



Otras de las dificultades que nos impiden asumir plenamente el liderazgo y empoderarnos son los miedos. Por lo que hace falta elevar la autoestima, valorarnos como seres políticos con capacidades y cualidades para liderar y potenciar procesos revolucionarios y transformar las condiciones históricas y culturales que nos han llevado a la subordinación y discriminación.
“Recuperar la fraternidad y la confianza, para superar los miedos”



Reafirmación de principios y valores. Para el desarrollo y fortalecimiento de un partido revolucionario, además de la construcción de unas relaciones justas y equitativas, es imperante rescatar e introducir en la práctica cotidiana valores y principios como la solidaridad, el respeto, la fraternidad, la autoestima, la ética y moral comunista, la sororidad (hermandad), la sencillez, la transparencia y el diálogo, tendiente a humanizar las relaciones interpersonales al interior del partido que nos permita cultivar a nuevos hombre sy mujeres par ala militancia y el activar revolucionario propiciando un ambiente agradable que reviva el verdadero sentido de la camaradería.



Político y Organizacional. En los últimos tiempos las mujeres han asumido un compromiso de tipo social político y de género tendientes a mejorar la calidad de vida de ellas y su núcleo familiar, buscando romper la discriminación, el machismo y la desigualdad social.



El Partido Comunista Colombiano debe profundizar más sobre las inequidades derivadas de la menor valorización a las mujeres y a su trabajo, reflejadas en su menor participación política, el acceso limitado a cargos de poder y sus trabajos ubicados en las escalas inferiores de remuneración y los mayores índices de violencia doméstica.



Aunque la mujer ha alcanzado mejores niveles de escolaridad e independiente de la profesión que ejerza, su remuneración sigue siendo la más baja. Ser hombre en Colombia implica tener salarios en promedio un 25% superior a los ingresos de las trabajadoras. La diferencia se hace más notoria cuando el nivel de ingreso se da en la zona rural: se tiene que el hecho de ser mujer rural implica, independientemente del nivel educativo, salarios cerca de un 60% inferior al de los hombres.



De los 41.428 casos de violencia conyugal, el 91% correspondió a mujeres golpeadas por sus esposos o compañeros. En 1999 Medicina Legal y Ciencias Forenses, realizó 12.485 reconocimientos médicos por delitos sexuales, para una taza de 30 casos por 100.000 habitantes, la mayor proporción de casos pertenecía al género femenino y las más afectadas fueron las menores de edad, predominando el grupo de 5 a 14 años, con una proporción del 59%. En la mayoría de los casos la persona había sido agredida por un conocido y de ese porcentaje, el 76% habría sido algún familiar.



El desplazamiento forzado, según CODHES tenemos que el acumulado de personas desplazadas de 1985 y 2000 es de 2.160.365 personas en su mayoría, 66% provienen del campo o zonas de alta confluencia rural, en tanto que el 57% del total de la población desplazada son mujeres y el 70% es menor de 19 años.



La participación de la mujer en cargos de dirección política y económica, en términos generales podemos decir que el porcentaje es de un 5%. La principal dificultad en este aspecto tiene que ver con la autonomía de las mujeres organizadas para seleccionar sus estrategias de confrontación, negociación, alianzas, toda vez que la carencia de recursos propios hace que estar organizaciones deban adaptar sus agendas a los organismos o entidades que la financien, sumados a algunos problemas de representación, autoridad y liderazgo lo que hace muy difícil definir intereses compartidos, por ello la dificultad enorme de concretar una agenda común que pueda llegar a hacer parte de las planteadas por el movimiento armado, por el comando nacional unitario o por el frente social y político.



Esto hace necesario la educación y formación especializada que haga de las comunistas militantes más integrales, más activas con una mayor perspectiva y claridad política que permita un mayor liderazgo al interior del partido y en las luchas sociales como alternativas en la solución en la profunda crisis del país. Esta formación política debe ir acompañada de la política de cuadros.
La participación de las comunistas en el movimiento social es prioridad del momento, y se debe enmarcar en la solución política y negociada al conflicto social y armado, buscar la transformación del modelo económico neoliberal y en defensa de nuestra autonomía y soberanía nacional.



AGAENDA POLITICA



*Realización de un programa de formación ideológico, político y cultural que incluyan además de los temas básicos, temas como la perspectiva de género, identidad, feminismo y autoestima que permitan cambiar la concepción del trabajo de mujer al interior del partido y en las organizaciones sociales. Estas escuelas deben tener en cuenta las limitaciones y especificidades propias de madres trabajadoras, amas de casa, estudiantes, etc.



* Empoderamiento del discurso ideológico y de nuestra capacidad de liderazgo para lograr el convencimiento y acercamiento de los diferentes sectores sociales de mujeres.



*Integrar un equipo de formadoras profesionales para las escuelas del partido y así mismo un equipo interdisciplinario de investigadoras.



*Campaña de motivación y acercamiento de la militancia femenina marginada, quienes pueden aportar mucho desde sus capacidades profesionales en los diferentes espacios de trabajo del partido, teniendo en c8enta que la historia nos muestra que cuando las mujeres asumimos un compromiso lo hacemos plenamente, un indicador de ello, es que son muy pocos los casos de mujeres expulsadas del partido.



*Recuperaración de la verdadera historia construida por las mujeres comunistas al interior del partido y de las grandes luchadoras populares en el contexto nacional.



*Proyectos sociales de desarrollo desde el punto de vista personal, político, económico, cultual y social de la militancia en general.



*Estructurar niveles de formación y participación internos y abiertos.

*Establecer redes de comunicación e información permanentes en doble vía que nos permita mantenernos actualizadas sobre el desarrollo del trabajo y los acontecimientos nacionales e internacionales.



*Contribuir al fortalecimiento de las organizaciones sociales de mujeres en el plano local, regional, nacional e internacional donde las comunistas hacemos presencia, fortalecer el acercamiento con la FDIM.



*Participar en todos los espacios de poder, partiendo desde lo comunitario, lo local, hasta lo nacional.



*Mantener la publicación periódica en el semanario VOZ sobre temas de interés general y específicos desde nuestra mirada de mujer como medio de comunicación y educación que nos permite llegar a amplios sectores.



*Construcción de nuevos imaginarios en los espacios políticos del PCC desde las regiones.



*Fortalecimiento y creación del área mujer en todas las instancias del partido, como medio dinamizador y de coordinación del trabajo femenino.



Es necesario que el partido asigne dentro de su presupuesto un rubro para el trabajo del área mujer que mermita desarrollar esta agenda de trabajo en todas las instancias partidarias.



Así mismo funcionarias que asuman y desarrollen el trabajo acorde a las necesidades.



COLORARIO



De qué igualdad se trata, cuando las Mujeres hablamos de IGUALDAD?
Cuando las mujeres hablamos de IGUALDAD, no nos referimos precisamente a la igualdad entre los sexos, sino a una igualdad basada en la eliminación del sexismo en todas sus manifestaciones, que permita desde las prácticas de la vida cotidiana, las relaciones en la familia, en el espacio del trabajo, de la vida pública y política; las relaciones de producción, la división sexual del trabajo y la reproducción generacional de la sociedad, construir un mundo equipolente para hombres y mujeres, sin eliminar las diferencias, por las cuales l, la mujer por su condición de género femenino, es discriminada, excluida o simplemente invisivilizada de la sociedad, bajo los parámetros de una perspectiva androcéntrica en la que el modelo de ser humano es el “hombre”.



El género en el sentido de género sexual,1 hace referencia a la dicotomía sexual que se ha impuesto socialmente a través de roles y estereotipos, que hacen aparecer a los sexos como diametralmente opuestos. Es así, que a partir de una exagerada importancia que se da a las diferencias biológicas reales, se construyen características, actitudes y roles para cada sexo que son dicotómicas. Así del hombre se espera un comportamiento agresivo, racional, activo, público y por tanto político; en tanto que de las mujeres se espera que sean dulces, emocionales, pasivas, hogareñas y, por tanto, apolíticas. Estas son las característica que conforman el ideal de lo masculino y lo femenino que atraviesa la cultura, incluso de nuestra sociedad contemporánea.



Pero ello que se le atribuyan característica dicotómicas a cada sexo no sería tan grave, si las características con que se define a uno y otro sexo, no gozaran de distinto valor, no legitimaran la subordinación del género femenino y construyeran lo masculino como el referente de todo lo humano. De ahí que las desigualdades existentes entre hombres y mujeres, son las que se derivan de sus identidades de género, atravesadas por otras variables como la raza, la clase socioeconómica, la edad, la orientación sexual, la discapacidad, la nacionalidad, etc., que no son para nada naturales, sino que han sido construidas a través de la historia.



Las instituciones por medio de las cuales se mantiene y se reproduce la cultura patriarcal, basada en el paradigma de lo masculino, han sido múltiples y variadas: la familia tradicional, la maternidad forzada, la educación androcéntrica, la historia robada, la heterosexualidad obligatoria, las religiones misóginas, el trabajo sexuado, el derecho monosexista, la ciencia gínope, el lenguaje masculinista, etc. La educación es otra institución que sobrevalora lo masculino y la visión del mundo androcéntrica. Por eso, una política para lograr la igualdad entre hombres y mujeres, no pasa sólo por lograr el acceso a la educación, sino por revaluar el referente masculino en el contenido y la metodología de la enseñanza, así como en la sensibilización de maestros y maestras sobre las estructuras mentales y sociales que mantienen a las mujeres y lo femenino subordinados y subvalorados.



El lenguaje es otra institución a través de la cual se recrea la cultura patriarcal, transmitiendo de generación en generación los hábitos culturales. Con el diccionario de la Real Academia Española podemos comprobar no solo la centralidad de lo masculino, sino que el lenguaje no es neutral y presenta a las mujeres como seres débiles a diferencia del hombre. Esta definición de lo femenino impone la concepción de que para ser mujer, se requiere un hecho de la naturaleza, mientras que para ser hombre se requieren además virtudes humanas.



Cuando el hombre es el modelo de ser humano, todas las instituciones creadas socialmente, responden solamente a las necesidades sentidas por el varón o, cuando mucho, a las necesidades que el varón cree tienen las mujeres.



Pero hablar de igualdad entonces, es hablar también de diferencias y, esa diferencia entre hombres y mujeres, es la que provoca la desigualdad. Por ejemplo en nuestro sistema jurídico no se reconocen los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, a pesar de que la maternidad y la reproducción de la sociedad, han sido utilizadas para definir el rol de las mujeres. Si estos derechos no se reconocen, será difícil gozar de los otros derechos en un plano de igualdad con los hombres. De ahí que la igualdad jurídica de hombres y mujeres, se ha reducido a creer que con otorgarle a las mujeres los mismos derechos que ya gozan los hombres y darle una protección especial en ciertos casos, debido a su función reproductora de la especie, se ha cumplido con el Principio de Igualdad que exige la Declaración Universal de los Derechos Humanos y casi todas las constituciones políticas del mundo, de ser tratadas como seres humanos plenos.



Por tanto, resulta imperativo para los momentos aciagos que enfrenta nuestro país y el mundo entero, rescatar el significado histórico que constituye la lucha por los derechos humanos de las mujeres, y que se ha traducido particularmente en la reafirmación del concepto de ciudadanía, en una interpretación del término que incluye, más allá del reconocimiento formal de la participación política y de los derechos civiles, el ejercicio y práctica de éstos, de gozar de cierto estándar mínimo de vida, de bienestar y seguridad económica, de reconocerlas como actoras de la lucha por la justicia social, el desarrollo, la paz, la soberanía y el bienestar de toda la sociedad. Como lo afirmara Hanna Arendt: “sin justicia social es imposible la ciudadanía”.



En este análisis igualmente no podemos dejar de mencionar cómo la historia de la lucha de las muejres por su igualdad jurídica y política, ha abierto nuevos espacios, construido nuevas reglas y trasformado los imaginarios colectivos de las relaciones de poder en la sociedad.



Las ideas igualitarias del siglo XVIII que desembocaron en la Revolución francesa, despertaron grandes esperanzas entre las mujeres, las clases oprimidas y los esclavos de las colonias. Así, miles de mujeres e unieron a Danton y a Condorcet para forzar las puertas del Palacio de Versalles y de la Asamblea Nacional. Olimpia de Gouges, escribió en 1791 la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, paralelo femenino de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, donde entre otras cosas afirma que: “Si la mujer tiene derecho a subir al cadalso, también lo tiene a subir a la tribuna”. Frase premonitoria porque terminó dos años después en la guillotina, acusada por sus correligionarios de “ser una conspiradora que había abandonado las virtudes propias de su sexo”.



En 1847, mientras en Europa se promulgaba el Manifiesto Comunista, en New Cork, trescientas mujeres se reunían en la capilla de Séneca Falls para discutir sobre la Desobediencia Civil y las condiciones sociales, civiles, políticas y religiosas de las mujeres. En 1924 Silvia Blancher funda el Partido Comunista Ingles y, con el movimiento de las sufragistas, obtiene el derecho al voto en 1927 en Inglaterra.



Durante todo el siglo XIX, la lucha de las primeras feministas se concentra sobre todo en conseguir el acceso a la educación, al campo profesional sin exclusiones y al de la vida pública, primordialmente, en la obtención del voto femenino.



En nuestro país, los derechos de la Mujer han tenido una paulatina consolidación en nuestra historia, desde el elemental derecho al nombre, como derivado del derecho a la identidad personal, pasando por la plena capacidad civil en materia patrimonial, hasta su derecho a intervenir en los asuntos públicos, como punto culminante de su organización política, dado que no se les reconocía la facultad de discernimiento y raciocinio propio de todo ser consciente: no tenían derecho a poseer bienes, ni a realizar contratos, estaban bajo la tutela del padre o del marido, no tenían derecho al voto y enfrentaban obstáculos culturales para acceder a la educación superior. La Ley 28 de 1932 y el Decreto 2820 de 1974, derogaron todas las normas del Código Civil que limitaban la capacidad jurídica de la mujer.



El derecho al voto fue reconocido para las mujeres mediante el Acto Legislativo No. 3 de 1954 y fue ejercido efectivamente en el Plebiscito realizado en diciembre de 1957. Anteriormente y desde los comienzos de la Historia Constitucional del país, era ciudadano el varón libre, mayor de 25 años, padre de familia, que vivía de sus rentas u ocupación sin dependencia de otro, que no tenga causa criminal; sea buen hijo, buen padre, buen amigo y buen esposo.



En suma: Cuando las mujeres hablamos del Derecho a la Igualdad, nos estamos refiriendo n o solo a la igualdad formal, igualdad jurídica o igualdad ante la Ley, sino y fundamentalmente a la Igualdad Sustancial, Material o Política, entendida ésta como la facultad de participación, representación y control del poder político del estado y de la sociedad, que comporta no solo el rechazo de cualquier discriminación a la mujer, sino que posibilita la adopción de medidas específicas, ante situaciones que requieren de una atención diferenciada; es a partir de este reconocimiento, que es posible la existencia de normas que otorgan tratos diferenciados a la mujer, así sean de carácter temporal como la Ley 581 de Mayo de 2000 –Ley recuotas-, en donde el derecho a la igualdad adquiere una dimensión distinta, al otorgado por el concepto de Igualdad Formal.



Por tanto, El derecho a la Igualdad Jurídica y Política de las Mujeres en nuestro país, es un desafio que ofrece la Lucha por la Democracia Política, el Desarrollo Económico y la Equidad Social, principios fundamentales de una propuesta política revolucionaria que asuma la Identidad de Clase con Perspectiva de Género.



El desarrollo del Derecho a la Igualdad, permite la construcción de Democracia y Ciudadanía Plena para mujeres y hombres.



La pobreza y la inequidad en todas sus formas, se constituyen en una barrera para el ejercicio ciudadano de mujeres y hombres.



La confrontación entre la igualdad formal o igualdad ante la Ley y la igualdad política o material permite concluir que la primera es un medio para obtener la segunda, única y verdadera.



MARIA AYALA “mujer símbolo de lucha y firmeza revolucionaria” Toda una vida consagrada a esta causa noble y justa del pueblo colombiano. Infatigable y aguerrida luchadora, no la doblegó la represión del régimen, ni las adversassituaciones, siermpe nos imprimió un sello de coraje, dinamismo, valor y claridad política.



Legendaria mujer comunista quien dedicó su vida a la militancia política comprometida con el partido revolucionario. Inició su lucha en el pueblo de Pijao, fundadora del Partido Comunista del Quindío, luchadora al lado de Maria Cano, Gilberto Viera y Jesús Villegas.



En sus últimos años contribuyo a la creación de la organización femenina del Quindío; en memoria a su nombre se creó el Colectivo de Mujeres MARIA YALA.
Formadora comunista, hoy encontramos fieles exponentes de su obra en la dirección del Partido Comunista Quindiano y de la Juventud. Sus tres hijas imitaron su ejemplo siento también militantes.



En este XVIII Congreso, el Partido Comunista y las mujeres militantes especialmente, rendimos un merecido homenaje a su memoria y que su ejemplo cunda y corra como el agua en las vivencias de la militancia presenta y futuras generaciones.


*



HISTORIA DE CINCO MUJERES BOLIVIANAS
¿Cinco mujeres Bolivianas son capaces de derrocar una dictadura?
Fueron cinco mujeres bolivianas que decidieron pararse en el centro de la plaza y exigir el regreso de sus hijos desaparecidos, que participaron en la guerra. Pasaron los días y declararon huelga de hambre, ya no cinco sino sesenta mujeres, al cabo de una semana ya no eran sesenta sino 200 mujeres, a la semana siguiente ya no eran doscientas mujeres sino el cura del pueblo, el maestro, y más de quinientas mujeres que decidieron apagar la huelga de hambre, al cabo de la tercera semana se declaro la caída de la dictadura… Si, cinco mujeres fueron capaces de derrotar una dictadura…

ANEXOS
Propuesta: Identidad comunista y perspectiva de género
Inclusión de un capitulo APRA el programa de los y las comunistas:
LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER
El reconocimiento de la Mujer como protagonista de los procesos de construcción de la sociedad y la nación Colombiana y de su participación en la formación de la historia política de los revolucionarios colombianos, implica que el Partido Comunista asuma la Perspectiva de Género, como una categoría de análisis que atraviesa todos los ámbitos de la sociedad, de la economía y del Estado y que se ha expresado culturalmente en forma de dominación y discriminación a la mujer, que deben ser abolidas del espacio de lo doméstico y privado, como de lo público y político, constituyéndose este hecho en un compromiso de profundización de la democracia interna del Partido y de una contribución ala democratización de las costumbres políticas de la sociedad colombiana.
La participación activa y heroica de las mujeres en la construcción y el desarrollo de los ideales comunistas, requiere de una actitud consecuente, amorosa y de una acción política solidaria de la militancia masculina, para que ella avance en sus particulares necesidades, en la construcción de un liderazgo equipolente, que in surja de los quehaceres de la cotidianidad, a las granes responsabilidades de la política.
Asumir una nueva forma de reracionamiento entre los hombres y las mujeres comunistas, del ejercicio de la militancia femenina, de su liderazgo social y político, de su papel en el desarrollo de la sociedad colombiana, es asumir no solo la existencia de un 52% de la población colombiana, en su gran mayoría pobre, mestiza, negra, desemplea marginada, desplazada, vulnerada por todas las formas de violencia; sino asirse a una fortaleza que potencialice la lucha popular para forjar una Patria Nueva. Solo así estaremos contribuyendo a su emancipación cultural, social, económica y política.
Es necesario recalcar que si bien el programa del partido está dirigido a satisfacer las necesidades materiales, espirituales, sociales, culturales de hombres y mujeres, éste no contempla las necesidades específicas de la mujer y adolece de la perspectiva de genero
El reconocimiento de la Mujer como protagonista de los procesos de construcción de la sociedad y la nación Colombiana y de su participación en la formación de la historia política de los revolucionarios colombianos, implica que el Paratido Comunista asuma la Perspectiva de Género, como una categoría de análisis que atraviesa todos los ámbitos de la sociedad, de la economía y del Estado y que se ha expresado culturalmente en forma de dominación y discriminación a la mujer, que deben ser abolidas del espacio de lo deoméstico y privado, como de lo público y político, constituyéndose este hecho en un compromiso de profundicación de la democracia interna del Partido y de una constribución ala democratización de las costumbres políticas de la sociedad colombiana.
La participación activa gy heroica de las muejre en la construcción y el desarrollo de los ideales comunistas, requiere de uan actitud consecuente ya amorosa y de una acción política solidaria de la militancia masculina, para que ella avance en sus particulares necesidades, en la construcción de un liderazgo equipolente, que in surja de los rehaceres de la cotidianidad, a las granes responabilidades de la política.
Asumir una nueva forma de reracionamiento entre los hombres y las muejres comunistas, del ejercicio de la militancia femenina, de su liderazgo social y político,d e su paoel en el desarrollo de la sociedad colombiana,e s asumir no solo la exist3ncia de un52% de la población colombiana, marginada, desplazada, vulnerada pro todas las formas de violencia, sino asirse a una fortaleza que potencialice la lucha popular para forjar una Patria Nueva. Solo así estaremos contribuyendo a su emancipación cultural, social, económica y política.
El reconocimiento de la Mujer como protagonista de los procesos de construcción de la sociedad y la nación Colombiana y de su participación en la formación de la historia política de los revolucionarios colombianos, implica que el Paratido Comunista asuma la Perspectiva de Género, como una categoría de análisis que atraviesa todos los ámbitos de la sociedad, de la economía y del Estado y que se ha expresado culturalmente en forma de dominación y discriminación a la mujer, que deben ser abolidas del espacio de lo deoméstico y privado, como de lo público y político, constituyéndose este hecho en un compromiso de profundicación de la democracia interna del Partido y de una constribución ala democratización de las costumbres políticas de la sociedad colombiana.
La participación activa gy heroica de las muejre en la construcción y el desarrollo de los ideales comunistas, requiere de uan actitud consecuente ya amorosa y de una acción política solidaria de la militancia masculina, para que ella avance en sus particulares necesidades, en la construcción de un liderazgo equipolente, que in surja de los rehaceres de la cotidianidad, a las granes responabilidades de la política.
Asumir una nueva forma de reracionamiento entre los hombres y las muejres comunistas, del ejercicio de la militancia femenina, de su liderazgo social y político,d e su paoel en el desarrollo de la sociedad colombiana,e s asumir no solo la exist3ncia de un52% de la población colombiana, marginada, desplazada, vulnerada pro todas las formas de violencia, sino asirse a una fortaleza que potencialice la lucha popular para forjar una Patria Nueva. Solo así estaremos contribuyendo a su emancipación cultural, social, económica y política.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Doctora Gloria ines ramirez.
Cordial saludo.

Soy docente del municipio de pereira, hace muchos años pero por ops y ahora en provisionalidad. Tengo una inquietud que proyectos tienen ustedes el doctor fernando arias y usted para lograr que los docentes quedemos en el proyecto de ley donde los provisionales queden nombrados en propiedad, excluidos los docentes, en el debate de la comision del congreso, en la mayoria de congresistas estan a favor del magisterio, menos unos cuantos, entre ellos el señor soto. quien defiende a los profesionales que han ganado los concursos, sera que cumplen mas ellos los requicitos del perfil docente que un licenciado en educacion? los maltratos y abusos en la instituciones educativas han sido ocasionados por estas personas que son intolerantes e inhumanas, los docentes con vocacion que han estudiado y se estan capacitando constantemente tiene caracteristicas muy especiales como es la tolerancia, la paciencia, sencillez, el afecto y la comprencion de los niños, joves, que vienen buscando afecto que en sus casas no tienen. a nosotros se nos arrima un niño y lo acunamos en nuestros brazos como nuestros, a los profesionales se les acerca y le dicen no usted huele muy feo quite de ahi, no no me toque, y a parte de eso deben balidar la pedagogia que les enseña el arte de enseñar.
el doctor fernando arias conoce muy de cerca la lucha de las madres solteras para sacar sus hijos adelante y que sean hombres y mujeres de bien. es por eso que hoy me dirijo a usted y confio en que lucharan por defender nuestros derechos que vienen siendo vulnerados desde la creacion de la ley 715, soy docente sindicalizada y les digo sinceramente que en ocasiones me he sentido defraudada por el sindicato,ya que no veo que hagan algo por los docentes que estamos luchando por sostenernos en el puesto y mas aun siendo madres solteras cabeza de hogar. es por eso que les ruego nos defiendan y luchen desde el senado para que nos tengan en cuenta en este proyecto de ley, el doctor navas y otros señores del congreso y una colega nuestra estan a nuestro favor confio en Dios y en usteds para que este sea un triunfo mas y que el señor Dios esta a nuestro favor.

dios los guarde y los bendiga gracias por atender mis ruegos atentamente LIDA ESTELLA GIRALDO GONZALEZ