DeclaraciónSenadora Gloria Inés Ramírez Ríos
Mientras el gobierno nacional hace gran alharaca sobre los discutibles éxitos de su política económica que se expresan, entre otros aspectos, en la llamada “confianza inversionista”, la realidad marcha por rumbos muy diferentes.
Es el caso de las empresas ensambladoras de vehículos General Motors, Mazda y Sofasa-Renault, que durante los últimos cuatro años registraron un crecimiento de sus ingresos operacionales del 104% y que, sin embargo, ha desatado una oleada de despidos de trabajadores (440 en Mazda, 380 en Sofasa y 300 en GM Colmotores), que dejan a 1120 familias afrontando los rigores del desempleo, sin contar los que han corrido igual suerte en la red de microempresas satélites, proveedores, autopartistas y concesionarios.
Entre las causas de esta situación está la pérdida de participación en el mercado interno y externo de los vehículos ensamblados en Colombia, por el aumento incontrolado de las importaciones y los conflictos diplomáticos del gobierno colombiano con los gobiernos de Venezuela y Ecuador, que han sido compradores importantes de la producción colombiana.
Ante esta realidad que afecta gravemente a miles de familias colombianas, hacemos un llamado al gobierno nacional y a los empresarios de la cadena productiva y comercial del sector automotriz a que adopten medidas urgentes y efectivas para que se garantice el derecho al trabajo, para lo cual es necesario que se comprometan a un proceso de diálogo con SINTRAIME, FUNTRAENERGÉTICA y las demás organizaciones sindicales representativas de los trabajadores, con el propósito de encontrar alternativas a la crisis del sector.
Bogotá, D.C. 23 de junio de 2008
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