miércoles, 20 de agosto de 2008

Fernando Arias Cardona, Concejal del Polo en Pereira, oferente en el acto de desagravio a la compañera Gloria Inés




Querida compañera GLORIA INÉS RAMÍREZ, Senadora de la República


Querido compañero Presidente Nacional del Polo Democrático Alternativo Dr. CARLOS GAVIRIA DÍAZ

Queridos compañeros Guillermo Castaño, Adriana González, Representante Germán Reyes, Senador Luis Carlos Avellaneda, Diego Osorio, Presidente Deptal. del P.D.A.

Resulta paradójico en nuestro país, que se precia nacional e internacionalmente de tener una sólida democracia, (una de las más antigua de América. al decir de muchos), que los partidos y movimientos políticos, dirigentes de izquierda y personalidades democráticas nos tengamos que dar a la tarea de reivindicar el derecho a disentir y debamos defender la necesidad e importancia del ejercicio de la crítica y la oposición a las acciones de gobierno y a promover un modelo político y de desarrollo económico y social alternativo.



Una democracia para que sea verdadera requiere mucho más que el sistema clásico de la tridivisión del poder público en las tradicionales ramas legislativa, ejecutiva y judicial; debe reconocer que en la sociedad no existe una visión única de Estado y de gobierno, una concepción única del mundo, de lo público, y del bien colectivo, sino por el contrario, existe una diversidad social y un pluralismo político.

Esas diferencias, que Amartya Sen, premio Nobel de economía, caracterizó bellamente como "la diferencia constitutiva del ser humano", son las que hoy no se reconocen en nuestro país. A los defensores de los derechos humanos se les señala como cómplices de los grupos terroristas; criticar la política de la seguridad democrática es constituirse en enemigo del presidente Uribe; un movimiento estudiantil reivindicativo, es señalado de ser fuente de grupos armados: en una palabra, el disentimiento ha venido siendo elevado a la calidad de "delito político", en la medida en que se tacha a sus protagonistas de enemigos del gobierno, del presidente, de la patria, etc, etc. El mismo presidente no acepta las decisiones autónomas de las demás ramas del poder público, especialmente de la judicial contra la cual arremete con virulencia, a través de declaraciones deslegitimadoras y desprestigiando las actuaciones de algunos de sus integrantes, como lo hemos visto recientemente contra los magistrados que coordinan la investigación de la parapolítica en la Corte Suprema de Justicia o las acusaciones sobre el "roscograma" que al parecer del gobierno, sólo existe en la rama judicial cuando su más aberrante manifestación se da precisamente en el Ejecutivo.

Lo anterior nos indica que en Colombia no existe siquiera el espacio necesario para el disenso, con tanta mayor razón tampoco existen los escenarios y mecanismos políticos, institucionales y jurídicos que posibiliten y protejan el ejercicio de la Oposición política.

La oposición es mucho más que el disentimiento; esta comprende el derecho a pensar diferente al gobierno, a cuestionar sus acciones, a promover su propia plataforma o propuesta de Estado y de gobierno, a plantear libremente su propio modelo de régimen político y desarrollo económico y social, tal como se tiene concebido en el ideario del Polo Democrático Alternativo.

Para que esto sea posible se requiere mucho más que el simple discurso pseudodemocrático; se requiere de una estructura del Estado donde existan instituciones constitucionalmente sólidas, instrumentos legales eficaces, respeto pleno y autonomía entre las diferentes ramas del poder público y particularmente, se requiere un gobierno con verdadera vocación democrática.

Contrario a lo dicho, tenemos que reconocer que el derecho a la oposición no ha sido incorporado en la cultura política de nuestro país. Es una tarea inconclusa como también es inconcluso nuestro proyecto democrático.

Sin embargo, en contravía a lo que ha querido el establecimiento, el derecho a la Oposición se ha manifestado históricamente, aunque enfrentando una gran represión. Desde los primeros pasos de la izquierda en los años 20 del siglo pasado, los principales líderes obreros ferroviarios y petroleros fueron perseguidos y condenados al destierro, los trabajadores de las bananeras masacrados por las balas del ejército; más tarde, las élites gobernantes no resistieron la crítica de fondo a que fueron sometidas por el caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán y no dudaron en ordenar el magnicidio; en 1957 los grupos de poder político elitista, elevaron a norma constitucional el modelo político del Frente Nacional para perpetuarse en el poder con exclusión absoluta de las fuerzas democráticas y de izquierda; cuando un movimiento político como la ANAPO, sobreponiéndose a la tenaza del poder y contra todo pronóstico, logró el éxito electoral en 1970, no dudaron en acudir el fraude electoral; cuando un movimiento definidamente de izquierda como la UNIÓN PATRIÓTICA irrumpió en el escenario político como una fuerza capaz de constituirse en alternativa de poder, fue víctima del genocidio como en ninguna otra parte del planeta ha ocurrido con partido político alguno.

Y ahora que se constituyó el Polo Democrático Alternativo, con la intención clara de presentarse como alternativa de poder, entonces las élites políticas excluyentes, cuyo proyecto real es el totalitarismo, macartizan su presencia, lo asocian con el terrorismo, con la guerrilla, y hasta el mismo presidente de la República sindica a sus principales líderes como "guerrilleros de corbata o simpatizantes de la guerrilla".

Para el gobierno actual, la concepción de OPOSICIÓN ha quedado excluida del escenario político y ha sido remplazada en sus discursos por términos blandos como la "deliberación y el debate de las ideas", en una clara y calculada actitud de invisibilización y desempoderamiento de la izquierda y de su carácter de Oposición. Es la manipulación ideológica de la sociedad con la ayuda del aparataje mediático, para desconocer a la Oposición, para estigmatizarla y para deslegitimarla.

El derecho a la oposición, como todo derecho, pasa por su reconocimiento e incorporación en el imaginario colectivo y su aceptación cultural en la cotidianidad de la sociedad; debe incorporarse a la normatividad constitucional y legal, y finalmente ejercerse sin restricciones. Pero como vemos a menudo, también como todo derecho de carácter social, cultural, político o económico, no se da por mera liberalidad de las élites en el poder, sino por la permanente reivindicación desde los escenarios propiamente políticos, las corporaciones públicas, pasando por los académicos y la movilización popular. Se suele decir y con toda razón que los derechos no se mendigan, estos se conquistan!.

La tarea no es fácil. Recordemos cómo en la historia reciente de nuestro país, han sido presentados no menos de 14 proyectos de Estatuto de la Oposición, desde los de origen en la izquierda como el presentado por la Unión Patriótica en cabeza del inmolado Senador MANUEL CEPEDA VARGAS, asesinado el 09 de agosto de 1994 a manos del Terrorismo de Estado, hasta los de iniciativa de los partidos de gobierno y del gobierno mismo. Todos han sufrido la misma suerte: Han sido negados. Por qué? En realidad, quienes han ejercido y se han beneficiado del poder político y económico, no tienen el interés ni la vocación democrática suficientes para ponerle límites al ejercicio de tales poderes.

No obstante lo dicho, no dejaremos de trabajar día y noche para lograr el pleno ejercicio de la oposición política y de constituirnos en alternativa de poder para gobernar nuestro país, honrando el respeto por las diferencias tal como lo expresó el gran ilustrador Voltaire: "No comparto tu opinión pero daría mi vida por defender tu derecho a expresarla"

Compañera Gloria Inés, Dr. Carlos Gaviria y demás compañeros, y aunque no estén aquí con nosotros, les hacemos llegar estas palabras a nuestros compañeros CARLOS LOZANO, director del Semanario Voz, a Wilson Borja, Representante a la Cámara:


Ustedes son ahora el blanco de los señalamientos y acusaciones del gobierno presidido por Alvaro Uribe; se necesita mucho criterio, férreas convicciones, inclaudicable valor civil y una moral muy alta, para no desfallecer, y en ustedes concurren tales cualidades. Sepan que con ustedes está el calor y la solidaridad de miles de ciudadanos y ciudadanas que no compartimos el proyecto totalitario que nos quieren imponer; no dudamos un solo instante de su vocación profundamente democrática. Confiamos en la objetividad e imparcialidad de la Corte Suprema de Justicia y la verdad de su inocencia será corroborada. Saldrán airosos de esta prueba porque sabemos que no han hecho cosa diferente que luchar por la paz en nuestro país y trabajar denodadamente porque al largo conflicto armado que soporta nuestra nación, se le ponga fin por la vía de la negociación política.

Las intenciones de acallar su voz no pasarán!!!


Gracias!


FERNANDO ARIAS CARDONA
Concejal de Pereira
Polo Democrático Alternativo


Pereira, Agosto 15 del 2008


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1 comentario:

Unknown dijo...

Estas palabras no solo expresan la justeza de la causa que defendemos, sino la claridad con la cual expresamos y seguimos insistiendo en la verdad, justicia y reparacion para todas las victimas del terrorismode estado, como tambien la necesidad imperiosa de respaldar y solidarizarnos con la lucha que encarnan nuestros compañer@s que hoy son vicitma de la persecucion de este atroz gobierno. Saludos y que justa y precisas estas bellas y claras palabras de una persona tan etrañable como el Concejal y Camarada Fernando Arias.
Atte.
William Monsalve