Gloria Inés Ramírez Ríos
Senadora de la República
Es bien sabido que un aspecto muy importante de la táctica del gobierno en relación la “parapolítica”, consiste en distraer permanentemente la atención de la opinión pública con otros temas y en hostigar a la justicia para que no cumpla con su deber de establecer la verdad y castigar a los culpables.
Sin embargo, los hechos se encargan de contrariar las maniobras gubernamentales: un día aparecen en la Casa de Nariño el abogado de “Don Berna” y alias “Job”, dizque a entregar información de que la Corte Suprema de Justicia conspira contra el Presidente Uribe; otro día estalla el escándalo de los vínculos del hermano del Ministro del Interior, Director de Fiscalías de Medellín, con “Don Mario”; después, el General en retiro Rito Alejo del Río, uno de los preferidos del Presidente Uribe, es encarcelado nuevamente por sus vínculo con el paramilitarismo que cometió innumerables crímenes en Urabá y, en fin, sería demasiado largo mencionar todos los acontecimientos que una y otra vez evidencian los nexos del gobierno con el paramilitarismo y el carácter cada vez más descompuesto del régimen.
En medio de la crisis, el gobierno lanza los más burdos ataques contra la oposición y contra la Corte Suprema de Justicia, arma montajes contra personalidades de la vida pública que han trabajado por la paz y contra congresistas de oposición, pretendiendo darle algún piso a su fantasiosa teoría de la “Farcpolítica”, censura al delegado de Naciones Unidas y reparte improperios a diestra y siniestra contra todo el que se atreva a disentir de las verdades sagradas del “Mesías”.
Ahora ha vuelto a presentar al Congreso de la República sus proyectos de Reforma Política y Reforma a la Justicia, sin tener en cuenta la opinión de nadie, ni siquiera de muchos de sus propios seguidores, mientras que los partidarios de la segunda reelección de Uribe acaban de radicar el proyecto respectivo en la Cámara de Representantes.
Con toda razón, la bancada parlamentario del Polo Democrático Alternativo se pronunció contra las pretendidas reformas de gobierno y decidió que se negará a discutirlas mientras al frente del Ministerio del Interior y de Justicia se encuentre el doctor Fabio Valencia Cossio, “a quien considera política y éticamente inhabilitado para proponerle al país la reforma a la Carta Política”. Al propio tiempo, por intermedio de sus congresistas Jorge Robledo y Jaime Dussan, citó a un debate de control político en el Senado de la República con el fin de retomar el tema de la “parapolítica”, desenmascarar el contenido de los proyectos de reformas y defender a la justicia.
El debate será, sin duda, un nuevo dolor de cabeza para el gobierno y una nueva oportunidad para demostrar la profundidad de la crisis que carcome al régimen.
De otra parte, es alentador registrar cómo viene tomando forma la lucha popular. El paro de Asonal Judicial, la marcha del hambre desde el Cauca, la marcha de los desplazados, las protestas de los corteros de caña, las movilizaciones de los pensionados, las luchas programadas por la Gran Coalición Democrática y la propuesta de impulsar un paro cívico nacional, son indicativos de que frente a la desaceleración económica, el crecimiento del costo de vida y el desempleo y la generalización de la pobreza y la miseria, la gente comienza a entender que no hay otro camino que el de la movilización y la lucha de las masas, y este es un componente indispensable para contribuir a los cambios democráticos que debemos levantar como alternativa a la política reaccionaria del gobierno y a sus propuestas regresivas y antidemocráticas.
Bogotá, D.C. 15 de septiembre de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario