Gloria Inés Ramírez Ríos
Senadora de la República por el PDA
Senadora de la República por el PDA
Los pueblos indígenas de Cauca, Valle, Caldas, Risaralda y Chocó vienen desarrollando caudalosas movilizaciones y protestas para pedirle al gobierno que cumpla con varios acuerdos suscritos con ellos y que atienda sus necesidades de salud y alimentación, ya que la situación de algunas comunidades es verdaderamente crítica.
Lejos de atender los justos reclamos de los indígenas, la respuesta del gobierno ha sido la de desplegar grandes operativos militares contra los manifestantes, tal como lo ha hecho con los corteros de caña en huelga, utilizando al ESMAD, que es ampliamente conocido por su brutalidad. La Organización Nacional Indígena de Colombia ha denunciado que como consecuencia de los enfrentamientos tres personas han resultado muertas, entre ellas un niño, y que hay numerosos heridos y detenidos.
Además, el gobierno ha recurrido, como ya es su costumbre, a señalar que en las protestas hay infiltración de “fuerzas terroristas”, un argumento tan trillado y calumnioso que ya nadie toma en serio.
El tratamiento gubernamental a las luchas indígenas es el mismo que les ha dado a las protestas de los militares en retiro, a los paros de Asonal Judicial y los corteros de caña, a los estudiantes y a todo el que se atreva a movilizarse para reclamar sus derechos, y constituye una nueva demostración del carácter profundamente reaccionario y regresivo del régimen uribista.
Por eso, expresamos nuestra más firme solidaridad con los pueblos indígenas y exigimos al gobierno cumplir los acuerdos pactados y atender cuanto antes sus justas peticiones, al tiempo que llamamos al movimiento sindical y popular a rodearlos del más amplio respaldo para impedir que los derechos de nuestras comunidades ancestrales sigan siendo atropellados.
Bogotá, D.C. 16 de octubre de 2008
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