El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró, en el balance presentado ante el parlamento sobre la actividad del gobierno en 2008, que en noviembre será cerrada la base aérea de EEUU en Manta. El mandatario subrayó que tal decisión se ajusta a la nueva Constitución que prohíbe el despliegue de bases militares extranjeras en el territorio del país.
Según la versión estadounidense, la base fue creada exclusivamente para el control del narcotráfico en la región. Pero, Rafael Correa considera que la agrupación aérea dislocada en Manta cumple otros objetivos. Sus laboratorios volantes inspeccionan vastos espacios que van desde el litoral del Perú hasta la Baja California en México. Se oculta a Ecuador y a sus vecinos quien maneja la información obtenida y el carácter que ella reviste. Los defensores de los derechos humanos y analistas ecuatorianos denuncian que las informaciones de ese espionaje aéreo fueron empleados para combatir la guerrilla de Colombia.
En Ecuador se manifestaron las tendencias a frenar la colaboración militar con EEUU después de la llegada al poder de la coalición de las nuevas izquierdas “Alianza País”. Ecuador, al igual que otros países del subcontinente, está liberándose de la herencia del pasado, de la presencia militar de EEUU. El ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, subrayaba que era indispensable que las fuerzas armadas de los países de la región dejen de depender de los extranjeros en materia de defensa. Con ese objeto también fue creado el Consejo de Defensa de la Unión de naciones Sudamericanas, sin EEUU.
Washington enfrenta hoy el problema de, a dónde trasladar desde Manta su agrupación aérea. Los sondeos diplomáticos hechos en Perú y Colombia no han dado resultados, pues de estos se conocieron declaraciones sobre la renuencia a acoger en casa una base militar foránea. Está planteado, además, lo del cierre de la base aérea norteamericana de Palmeroa, en Honduras. El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Ecuador, Elsie Monje apuntaba que, la presencia militar de EEUU en cualquier punto de América Latina amenaza a los procesos de cambio y de integración.
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Según la versión estadounidense, la base fue creada exclusivamente para el control del narcotráfico en la región. Pero, Rafael Correa considera que la agrupación aérea dislocada en Manta cumple otros objetivos. Sus laboratorios volantes inspeccionan vastos espacios que van desde el litoral del Perú hasta la Baja California en México. Se oculta a Ecuador y a sus vecinos quien maneja la información obtenida y el carácter que ella reviste. Los defensores de los derechos humanos y analistas ecuatorianos denuncian que las informaciones de ese espionaje aéreo fueron empleados para combatir la guerrilla de Colombia.
En Ecuador se manifestaron las tendencias a frenar la colaboración militar con EEUU después de la llegada al poder de la coalición de las nuevas izquierdas “Alianza País”. Ecuador, al igual que otros países del subcontinente, está liberándose de la herencia del pasado, de la presencia militar de EEUU. El ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, subrayaba que era indispensable que las fuerzas armadas de los países de la región dejen de depender de los extranjeros en materia de defensa. Con ese objeto también fue creado el Consejo de Defensa de la Unión de naciones Sudamericanas, sin EEUU.
Washington enfrenta hoy el problema de, a dónde trasladar desde Manta su agrupación aérea. Los sondeos diplomáticos hechos en Perú y Colombia no han dado resultados, pues de estos se conocieron declaraciones sobre la renuencia a acoger en casa una base militar foránea. Está planteado, además, lo del cierre de la base aérea norteamericana de Palmeroa, en Honduras. El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Ecuador, Elsie Monje apuntaba que, la presencia militar de EEUU en cualquier punto de América Latina amenaza a los procesos de cambio y de integración.
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